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Arquitectos: D' Argenio Saravi Arquitectos
- Área: 105 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Luis Barandiarán
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Proveedores: ALEJANDRO LO GRASSO CASA DE LUZ, Ariston, Cañoplast, Climaplat, DAMITECH, EPS ALTA DENSIDAD, Guanzetti, HIDROPLAT, Hormicova, IMACOVA, LA CASA DEL MÁRMOL, LA PLATA CERÁMICOS, LAJAS CENTENARIO, LOXON LADRILLOS, PINTURERÍAS GARCÍA, VIDRIOPLAT
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa se planteó como la búsqueda de un nuevo modo de vida, alejado de la vida urbana, valorando el paisaje ribereño del Río de la Plata. El requerimiento trascendía la necesidad básica de habitar, obligó a una reflexión existencial y a asumir una dimensión experimental del proyecto. Las herramientas adoptadas para abordarlo fueron las más esenciales de la disciplina: la elocuencia del espacio, la austeridad de recursos, la plasticidad material, el manejo de la luz, la síntesis y la abstracción. El sitio impone un recorrido urbano previo al acceso que permite registrar la coexistencia de dos lógicas geométricas rotadas: la trama del amanzanamiento, paralela a la costa del río y el corte diagonal de la ruta que nos da acceso. La percepción del objeto arquitectónico es marcadamente dinámica, siempre escorzada, eludiendo la frontalidad. La casa con sus cuatro caras libres puede ser observada desde múltiples puntos de vista, aún desde el espacio público.
El “cubo”, fuertemente condicionado por los retiros obligatorios, es en realidad un prisma de planta cuadrada de 9.40m x 9.40m y 6.60m de altura, y se ubica retrasado en el lote de manera de optimizar el asoleamiento. El prisma de carácter abstracto alberga tanto los espacios interiores como el semicubierto de expansión. La organización de vanos que horadan la envolvente exterior, no dejan prever la complejidad espacial que nos espera al ingresar. Todo el espacio está organizado a partir de un nuevo sistema ortogonal girado respecto a la envolvente. Se evitó consolidar el centro del cuadrado, que subdividiría el espacio en cuatro partes iguales, y “anclaría” ambas geometrías entre sí. Por el contrario, el apoyo central del entrepiso está colgado de manera que la planta baja es un espacio único. La voluntad de liberar a la planta baja de apoyos intermedios resultó un desafío estructural provocador. El entrepiso cuelga a través de un tensor central, de la losa de cubierta. La cubierta toma dos niveles diferentes y alberga en su quiebre una viga de 24 x 80 cm que traslada la carga hasta la envolvente.
Como contraposición a la complejidad espacial la casa fue concebida como una pieza monomaterial de hormigón visto que expone sus caras de manera plástica. tanto en el interior como en el exterior. Para ello se desarrolló un sistema constructivo que permitió incluir las aislaciones dentro de la propia masa del Hormigón. El muro envolvente está conformado en todas sus caras por tres capas de 8cm de hormigón- EPS (poliestireno expandido) -hormigón, coladas simultáneamente. La envolvente alivianada en su alma soporta holgadamente su rol estructural a pesar de la concentración de esfuerzos que supone la resolución de los ángulos. La definición del objeto no precisa detalle ni terminación, es intrínsecamente la estructura. El prisma de hormigón sintetiza así los desafíos espaciales, materiales, estructurales, tecnológicos. Oculta un rico espacio interior cuyas geometrías remiten a los cruces de tramas que caracterizan su inserción urbana.